Es el primer disco que hace para los y las más peques en euskera. Una amatxu en el Casco Viejo de Bilbo se le acercó y le comentó que sus niños están en la ikastola Kirikiño, y que para pedir sus canciones le decían a las irakasles que les pusiesen las canciones de Amona Molona, en referencia a Yogurinha Borova. Le encantó que la vieran así los peques, como una amona y le dio la idea base de este disco.
"Soy una transformista, drag queen adulta, y que los peques me vean como algo alegre y divertido me encanta. La música de la canción es como un ska movidito. Las abuelas, madres, hijas, y las mujeres en general, tienen mucha energía y fuerza, que es lo que he querido transmitir en esta canción".