Hoy es siempre todavia

Set nos transmite en su primer disco, “Hoy es siempre todavía”, que los sueños se establecen como realidades que soportamos con ternura, pasión, desasosiego, con nerviosismo, y casi siempre le ponemos unas notas musicales. Música que abraza a Baco, a Epicúreo. Esos placeres soñados se transforman en sueños placenteros junto a compromisos rockeros, en forma de canciones talladas en ébano negro, duro pero sin aristas, suavemente inquieto. Rock en lágrimas recientes, en lágrimas soñadas que acaban siendo ríos inciertos de agotamiento carnal. Rock a expensas del pop engullido en continuas metáforas. Rock y pop condensando vitalidad. Ritmo y placer al instante. Rock de calidad, resolutorio, con gotas de rabia y de deseo, de caudal inquieto. Rock impulsivo, de pulso tenso, tendiendo su mano a la caricia. Rock que se torna ácido y romántico. Rock and roll de voz condensada, personal, redonda, acicalada y gruesa. Rock con teclados que acolchan y contornean las rudezas, vital. Rock para sueños sudados en camiseta negra. Atractivo rock lejano de lo virtual, cercano a lo real. Set brinda un disco lleno de poesía musicada y con rastros de carmín. Rock de bucle en trazos limados, mimados en constancia. Rock sin marcha atrás.

• SET ()