Estankona

Estankona es “Estankona” en su primer disco en solitario. Tautología. Subyace un espíritu rockero, tanto americano como anglosajón. Estankona no se encona, quizá si, en dar a todas sus canciones un punto de tensión. Tensión, fuerza, evolución, salida y llegada en un mismo punto. El círculo del punto se cierra en cada canción que a su vez cuenta una historia. Alegria, alborozo y su contrapunto, la tristeza. Cuando las canciones disfrutan de una evolución, se quiere decir que tienen un desarrollo, una progresión. Estankona imprime a todas sus canciones esa ansia y esas ganas de subir y de bajar. Se atrinchera en unas bases tan sólidas como suaves y cómodas de Itxaso Etxebeste y Jimmy Arrabit, y así, Borja Estankona puede interpretar y dar rienda a sus deseos por medio de la voz y una guitarra desnuda. Estankona no desparrama paquetes de planos de guitarra, quiere viajar ligero, sin peso que le incomode, utiliza la guitarra con la fuerza de las caricias afectuosas. Los planos musicales de Estankona no nos enredan, se encuentran sin casi darse cuenta, no hay veredas enrevesadas, ni resquicios, ni precipicios en los que perderse. Desde el comienzo del disco nos quiere enseñar esa meta rockera de forma sencilla y fácil buscando a rabiar cada atisbo de sentimiento. Estankona está constantemente en esa tensión, sin ropaje insulso y pesado que le impida caminar, y llegar al oyente fluidamente. El pasado musical queda lejos y, ahora, Estankona de esta forma quiere ser (con rock sencillo y afectuoso) y así le encontrarás en ese momento en que escuches el disco.

• ESTANKONA ()