Daños y Perjuicios

Disturbio recorre en su cuarto album “Daños y perjuicios” los mismos derroteros y campos musicales utilizados en su anterior trabajo. Quizá puede ser que Disturbio haya encontrado la llave insoslayable para acceder a la melodía de las canciones. O puede que Disturbio este
agustísimo con los resultados obtenidos con el anterior trabajo y que coja la misma vereda. Quizá sea que Disturbio no quiera meterse en otros berenjenales musicales que no controle. O que Disturbio piense que ha llegado a su cúspide musical y, por supuesto, quiera mantenerse en ella. Pero, sobre todo, lo que no podemos hacer es quitar el más mínimo mérito a Disturbio. Si el tercer disco de Disturbio fue una pasada de inconmensurable, “Daños y perjuicios” está a su misma altura, o puede que un poco más arriba. Disturbio ya no tiene ningún perjuicio en ubicarse en el hard-rock y pregonarlo por todo lo alto. Disturbio en sus comienzos bebía de fuentes punk-rock sin concesiones, con el tiempo ha ido por unos vericuentos en los que lo de antaño ahora no es más que complemento de su hard-rock intenso, resolutivo y básico. El sonido de Disturbio es tan áspero como fuerte pero con unas encantadoras y atractivas melodías. Sonido compacto, guitarras cortantes y una base contundente. La voz, aunque rugosa no enturbia y hace que la gente se aproxime en cada estribillo. En definitiva, Disturbio ha completado un disco hard-rock enérgico y colosal con la ayuda de Carlos Creator.

• DISTURBIO ()